HOMENAJE AL POETA ARGENTINO JOSE PEDRONI
JOSE PEDRONI - MENU  
  HOME
  BUSCAR EN ESTE SITIO
  BIOGRAFIA DE JOSE PEDRONI
  AUTOBIOGRAFIA, POR JOSE PEDRONI
  RECITADOS Y CANCIONES DE POEMAS DE JOSE PEDRONI
  VIDEOS SOBRE POEMAS DE JOSE PEDRONI
  ALBUM DE FOTOS DE JOSE PEDRONI
  OTROS SITIOS DE JOSE PEDRONI
  INDICE ALFABETICO DE POESIAS
  LIBRO 1 - La gota de agua - 1923
  LIBRO 2 - Gracia Plena - 1925
  LIBRO 3 - Poemas y palabras - 1935
  LIBRO 4 - Diez mujeres - 1937
  LIBRO 5 - El pan nuestro - 1941
  LIBRO 6 - Nueve cantos - 1944
  LIBRO 7 - Monsieur Jaquin - 1956
  LIBRO 8 - Cantos del hombre - 1960
  LIBRO 9 - Canto a Cuba - 1960
  LIBRO 10 - La hoja voladora - 1961
  LIBRO 11 - El nivel y su lágrima - 1963
  LIBRO 12 - Otros poemas
  POESIAS INEDITAS
  => La divina sed - 1920
  => Décima de mi enamoramiento de México
  => Décima a Nicandro Pereyra
  => Palabras a Vázquez periodista
  => Ocaso y Aurora
  => Pergamino
  => Epistola a Horacio Quiroga
  CARTAS
  DISCURSOS
  ENTREVISTAS
  MISCELÁNEOS
  Zona del editor
AUTORIZACIONES POR COPYRIGHT Gestionar a través de: josebpedroni@yahoo.com.ar
La divina sed - 1920

La divina sed
Pocas personas tienen conocimiento que “La gota de agua” de 1923 no es el primer libro que escribiera José Pedroni; existió uno previo: “La divina sed”. Dedicado a Amadeo F. Quiroga y publicado en febrero de 1920 en tirada mínima, el poeta lo proscribió de su antología por considerarlo y así lo dijo: “el clásico sarampión poético” en referencia a la febril y contagiosa enfermedad de la juventud.
Si bien respetamos el deseo de José Pedroni respecto a que dicha obra se mantenga inédita, también creemos que la autocrítica del autor no debe vulnerar el derecho de los lectores. Tratando de ser ecuánimes con ambas consignas, publicamos a continuación sólo tres poemas de los treinta y seis que contiene el libro como muestra del estilo poético de un Pedroni joven y aún soltero.
El Editor
 
 
Galaxtia
Aquella mujer grande, rubia y bella
que me besó una noche y en el sueño
me prometió el azul,
¡yo sé que era una estrella!;
por eso siempre voy en busca de ella
por la Vía Láctea inmensa de mi ensueño.

 
 
 

 
Propósito
 
Tiene un color de gloria y una buena
fragancia tímida a jazmín-del-cielo
tu pañuelito mío en cuyo vuelo
está tu nombre favorito: ELENA.
 
 
La forma de tu nombre que a una vena
de relieve ducal finge, o al rastro
furtivo de una lágrima que al astro
de tus pupilas inmoló la pena.
 
 
Y ahora, escúchame: Si un día fuera
que en desafío por tu miel querida
en el pecho, de muerte, alguien me hiriera,
 
 
busca tu pañuelo y en mi herida
aplícalo por venda hasta que muera
para dejarte en él toda mi vida.

 
 

 
 
Vencimiento
 
Tu libertad me mata. Yo quisiera
que nadie, pero nadie pueda verte,
y en una torre altísima tenerte
indefinidamente prisionera.
 
 
Para serenamente vigilarte
como un pájaro azul hecho de ensueño,
y así, apaciblemente, como dueño,
siempre hacerte cantar y acariciarte.
 
 
Allí yo solamente sentiría
tus cándidas palabras y vería
de tu cuerpo el más leve movimiento.
 
 
Allí tan solo yo te tocaría
con el aire y la luz. . .; mas, todavía,
quizás me fuera infiel tu pensamiento.

JOSÉ PEDRONI EN FACEBOOK  
  José Pedroni en

Si te gusta la poesía de José Pedroni, puedes hacerte amigo; a través de Facebook te informaremos las novedades publicadas en este sitio.
 
Me gusta  
 
 
IMPRIMIR: Click abajo  
  IMPRIMIR ESTA PAGINA  
POETA  
  Yo fui niño una vez,
pero hace mucho.
Me dormía enroscado en la vereda.
Hay una voz que todavía escucho.
Hubo una mariposa. Era de seda.

Debió pisarme
alguna vez un hombre.
Debió mirarme una mujer dolida.
Yo no me acuerdo.
No tenía nombre.
Era, me acuerdo,
como liebre herida.

Enamorada de mi sangre sola
que se dormía al sol
en cualquier trigo,
la mariposa entraba en mi corola.

Yo no sé lo que ella hizo conmigo;
pero ella iba detrás de mi amapola,
ella y la voz que me llamaba amigo.

José Pedroni - 1961
 
SITUACIÓN  
  Paloma, espiga y ancla,
a 31 grados y 25 minutos
de latitud Sur
-línea del río y la calandria-
y 60 grados y 56 minutos
de longitud,
está mi tierra: Esperanza.

Es un pequeño punto palpitante
hacia el norte del mapa;
boya del trigo verde
corazón de la pampa.

José Pedroni - 1956
 
PLOMADA  
  Cuelga de un hilo de pescar la pesa
y es un pequeño mundo,
suspendido.
Un ángel invisible la sostiene.
Señala el centro de la tierra,
herido.

Sigue su vertical,
hombre constante,
y llegarás a Dios,
hombre afligido.

José Pedroni - 1963
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis