Nguyen Van Troi
(Fusilado en Vietnam)
Tres momentos de la ejecución de Nguyen Van Troi, el joven terrorista “viet” . . . Durante varios días se creyó que la sentencia sería conmutada. . .
“7 Días”. Nº 9. Coproducción “La Razón”, 2/2/1965.
No eres un ángel indudablemente,
pero pareces un ángel.
Eres
el que iba a hacer volar el puente.
Te llevan de las alas,
y vas de blanco a la muerte.
¿A quién sonríes,
joven sonriente?
Tu madre no está a la vista.
¿Es tu madre la muerte?
(“Volverá”
dice la serpiente.
Dice:
“Sabe que vuelve”).
Al paso del señor del portafolios
volarías el puente.
“Tiene los ojos circulares
_te dijeron_, de fiebre”.
Tú los tienes de almendra;
ojos que mueren.
(“Volverán”
dice la serpiente.
Dice:
“Son de hierba que vuelve”).
Diez soldados te llevan.
Son inocentes.
No saben lo que hacen.
Se te parecen.
(“No saben lo que hacen”
dice la serpiente).
Ahora cuelgas de un palo,
agujereada la frente.
Tu sonrisa se ha ido
a las palmeras que se mueven.
También salió tu sangre
y está en tu pecho: continente.
Petróleo de tu sangre,
río lento, desciende.
Inunda
el Asia de tu vientre.
Cae a tierra.
Se pierde.
(“Volverá”
dice la serpiente.
Dice:
“Debe morir tres veces”.
Vuelve a decir:
“Ya está muriendo en Occidente”).
Para que yo no duerma
fotografiaron tu muerte.
Para poder dormir
es que huelo a aguardiente.
Estás en todas partes.
No quiero verte.
Bórrate de mis ojos,
niño celeste.
Paloma, palomita,
muérete para siempre.
(“Volverá”
dice la serpiente).
¡Qué pasa entre los hombres,
Oh, Dios ausente!
el ángel terrorista. La bomba.
El puente.
Nguyen Van Troi, no vuelvas.
Muérete para siempre.
Con tu disfraz de paloma,
muérete para siempre.
Déjame ver el cielo,
andar la tierra verde. . .
¡Ay, pero que algún día
junto a un río te encuentre!
(“Volverá”
dice la serpiente.
Me dice: Espéralo.
Estará bajo un puente,
la camisa sin sangre,
el canto entre los dientes”).
1965