Regreso
Desapareciéronle unos caballos a la familia de Káufsmann. . .
Habían mandado al hijo mayor que a caballo recorriera la
vecindad por ellos. . . Los halló en la frontera de San Carlos.
Pero al ir a arrearlos fue acorralado por una cuadrilla de indios
allí acampados, y lo llevaron cautivo a sus tribus. .
P. P. Grenón: “La ciudad de Esperanza”.
Córdoba, 1945, Tomo II, pág. 121
Por un monte de árbol derribado
y canto de paloma que extravía,
vas huyendo del indio hacia el Salado, (*)
el pelo en llamas y la espalda fría.
A tu casa de gallo en el tejado
llegarás, Carlos Káufsmann, algún día.
Madre te espera allí, vientre ocupado,
manos de cera y ojos de María.
El hermoso final de tu aventura
será la travesía sin testigo
de un inmenso trigal que ya madura.
La voz del perro y del caballo amigo,
y un desmayo frutal, que apenas dura,
de una dulce mujer color de trigo.
(*) Salado: Río que atraviesa el norte y centro de la provincia de Santa Fe en la Repúbilica Argentina. (N del E)