Cuento (*)
Hubo una vez un tigre con mostacho
que se hacía pasar por capuchino,
y un hombre que por ser búfalo macho,
lo venía siguiendo, un sanjuanino.
El tigre iba con voz de gato muerto:
“Una limosna por amor de Dios. . .”
Y metía en su bolsa (aunque no es cierto)
los niños que se comen con arroz.
El ciervo sabe oler. Dijo: “No es siervo
con “s” este ladrón”, y dio un gran salto.
“Es tigre. . . es tigre. . . es tigre. . .”, dijo el cuervo.
El caballo, en el susto, era más alto.
Pero al fin tuvo el tigre un mal encuentro.
“Una limosna por amor de Dios. . .”
El búfalo, escondido, estaba adentro.
Y un búfalo no es guiso de arroz.
Voló el tigre y su cola dando vueltas,
como lanzado por un ventarrón.
Voló, voló, voló, las patas sueltas,
y cayó en Southampton. (1)
(*) Sarmiento y Rosas en una fábula. El tigre agazapado y el búfalo atropellador que acaba con aquél. (N del A)
(1) Southampton: ciudad del sur de Inglaterra y uno de los principales puertos del Reino Unido que Juan Manuel de Rosas eligió para exiliarse hasta su muerte. (N del E)