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La Balanza |
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La Balanza (*)
Abro la puerta y entro.
¡Qué fragancia hay en la panadería!
Es de un señor Sarmiento,
como el de San Juan. Parece mentira.
Me gusta el panadero como pesa.
Pone un pan, otro pan.
Y el soldadito de la aguja empieza
a buscar la verdad.
Don Sarmiento después vuelca en mis brazos
todo su plato de oro,
y me pone en la boca un pan escaso,
negrito, que me como.
Cuando me voy al fin, el soldadito
duerme de pié su sueño,
y está que se despierta si lo miro.
¡Quiero ser panadero!
(*) Todos pueden ser Sarmiento como hombres de bien. El genio es un accidente; pero la buena conducta está al alcance de todos. La moral sarmientina está hecha del amor al trabajo, la observación del deber, la devoción por la verdad y la justicia. (N del A)
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POETA |
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Yo fui niño una vez,
pero hace mucho.
Me dormía enroscado en la vereda.
Hay una voz que todavía escucho.
Hubo una mariposa. Era de seda.
Debió pisarme
alguna vez un hombre.
Debió mirarme una mujer dolida.
Yo no me acuerdo.
No tenía nombre.
Era, me acuerdo,
como liebre herida.
Enamorada de mi sangre sola
que se dormía al sol
en cualquier trigo,
la mariposa entraba en mi corola.
Yo no sé lo que ella hizo conmigo;
pero ella iba detrás de mi amapola,
ella y la voz que me llamaba amigo.
José Pedroni - 1961 |
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SITUACIÓN |
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Paloma, espiga y ancla,
a 31 grados y 25 minutos
de latitud Sur
-línea del río y la calandria-
y 60 grados y 56 minutos
de longitud,
está mi tierra: Esperanza.
Es un pequeño punto palpitante
hacia el norte del mapa;
boya del trigo verde
corazón de la pampa.
José Pedroni - 1956 |
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PLOMADA |
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Cuelga de un hilo de pescar la pesa
y es un pequeño mundo,
suspendido.
Un ángel invisible la sostiene.
Señala el centro de la tierra,
herido.
Sigue su vertical,
hombre constante,
y llegarás a Dios,
hombre afligido.
José Pedroni - 1963 |
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