El árbol (*)
Detrás de la revolución
vinieron los árboles,
las bellas palabras
del árabe.
En las lagunas, en el cielo
se multiplicaron los ángeles.
Laprida trajo el sauce (1)
que debía llorarlo.
Cobo, la conversación del viento (2)
en el álamo.
El azahar
le dio su soplo al campo;
entró en el templo
con la novia y el canto.
La amapola,
la vara del durazno.
Y fue el trigo y el pan,
el ciprés y la estrella,
la vid y el vino,
la alfalfa y la abeja.
Embriagada de hojas,
la oruga dio la seda.
Por el agua purpúrea
vino flotando el cedro.
Trajo el asta, la cuna,
la mesa del maestro.
El indio es en la orilla
el Adam del Bermejo.
Ese, de bronce, que olfatea el aire,
es Sarmiento.
(*) El discurso pronunciado por Sarmiento, gobernador de San Juan, en 1862, con motivo de la inauguración de la Quinta Normal, documenta todo cuanto él esperaba de la introducción del árbol en el país. “¿Sabéis _pregunta_ lo que importan para la solución del país ciertas maderas? No teníamos maderas ni para improvisar lanzas”. Y es él el que anuncia, traspasado de alegría, el paso por delante de Corrientes, vía Bermejo, de la primera jangada de cedro de Oran. (**) (N del A)
(**) Orán: (San Ramón de la nueva Orán) Ciudad del Norte de la Provincia de Salta en la República Argentina, muy cercana al río Bermejo, límite con Bolivia. La zona es reconocida por sus maderas nobles, en especial el roble salteño. (N del E)
(1) Laprida, Francisco Narciso de: (San Juan, 28 de octubre de 1786 – Mendoza, 22 de septiembre de 1829) fue un abogado y político argentino. Fue diputado por San Juan al Congreso de Tucumán y presidió el mismo cuando se declaró la independencia del país el 9 de julio de 1816. (N del E)
(2) Cobo, Rafael: Terrateniente argentino de la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires, hoy Rincón de Cobo, Mar de Cobo, Mar de Ajó, etc. Para detener el avance de las dunas marinas sobre sus tierras de labor, importó y plantó álamos de Europa a finales del siglo XIX. (N del E)