1
El buey salió al camino, y en el lomo
le brillaba el sudor.
Seguido por su sombra, entró al arroyo
y bebió bajo el sol.
Bebió, metido el morro en la corriente,
con ruidosa fruición,
y después dio un mugido largo y fuerte
que el agua prolongó.
2
Sobre el ancho aguazal un ave blanca
bajó al anochecer;
perforó con el pico el agua clara,
y de nuevo se fue.
Pero al volar se le perdió una pluma
rosada en el envés,
que fue sobre el cristal de la laguna
su prenda de volver.
3
El tímido aguador de madrugada
la mula aparejó,
y anduvo mucho tiempo con el agua
de pastor a pastor.
Así, en una lomilla, al dar un tumbo
un piezgo se volcó; (*)
y era de ver entonces el apuro
del tímido aguador.
Pero cuando, camino de su choza,
lo andado desandó,
halló en aquel lugar cien mariposas
posadas bajo el sol.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Amiga, buena amiga, dulce hermana
de la palabra fiel:
seamos en la vida como el agua,
que se deja beber.
(*) Piezgo: Odre, Cuero adobado e impermeabilizado para transportar líquidos. (N del E)