Sola, en el cielo del ocaso, brilla
la estrella del pastor.
Sentémonos, amiga, en la gramilla,
y hablaremos mejor.
Así, en la hierba, siento la alegría
primitiva de Booz. (*)
Yo noto que en el campo, amiga mía,
tengo una nueva voz.
En la hierba también tu amor opreso
se abre de par en par,
y tu beso maduro se hace un beso
de uva por madurar.
Mi corazón, amiga, tan callado
y tan crepuscular,
es aquí pechirrojo que a tu lado
no hace más que cantar.
Oh, ser un pájaro desconocido
y en la tierra anidar,
para hacerte venir con el silbido,
y a tu paso, volar.
Hasta que al fin descubras en el suelo
mi nido natural,
y atado en el alambre tu pañuelo
me dejes de señal.
En el campo, comiendo pan moreno,
sin pensar, sin leer,
yo creo en todo como un niño bueno. . .
¡y es tan dulce creer!
En el campo, con una compañera
como tú en el hogar,
siempre lo bueno el corazón espera. . .
¡y es tan dulce esperar!
Ah, si ésta fuera mi heredad; aquello
un añoso olivar;
yo el mismo Booz del Libro; tú, en mi cuello,
¡la que vino a espigar!
(*) Booz: personaje bíblico que aparece en el libro de Rut. Es quien se casa con Rut, que engendra un hijo suyo, Obed, padre de Jesé y por tanto, es bisabuelo de David y ascendiente de Jesucristo. (N del E)