Carta a Clorinda P. de Gudiño Kramer (1)
Esperanza, 13 de diciembre de 1966
Sra.
Clorinda P. de Gudiño Kramer
Córdoba
Estimada, inolvidable amiga:
Yo soy de los que escriben poco (ustedes lo saben, y yo lo siento por mí), pero de los que piensan permanentemente en los seres que están alojados en su corazón, y que mantiene con ellos una suerte de coloquio sin palabras, que a veces duran horas. Entre estos seres están ustedes, tan queridos, tan admirados, que un día se fueron a otra provincia y me dejaron una lastimadura que el tiempo no cierra; antes bien, que se extiende, y no sé por qué; tal vez porque yo también participé del pecado santafecino de haberlos perdido; de no haber sabido retenerlos. Me consuelo de mi culpa pensando que siempre ha sido así, a juzgar por lo que dice S. Lucas, en el vers. 24, cap. IV: «En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su patria». Con este mismo versículo, consuélense ustedes también de la ingratitud de que han sido objeto por parte de quienes fuimos sus comprovincianos muchos años.
Quiero darles hoy una alegría. ¿Es falta de modestia decirlo? Pero se me ocurre que le agradará saber que por este mismo correo estoy mandando a «El escarabajo de oro», de Buenos Aires, una copia de aquel poema inédito que hace muchos años le dediqué al pequeño Horacio Gigli, uno de sus titiriteros, cuando usted tenía aquel retablillo, en Santa Fe. Como usted verá, he corregido el poema; tiene alguna ligera variante, que en mi opinión lo favorece. Me parece que ha quedado bien. Así lo ve Elena, y ella no se equivoca. No hay mejores críticos que la mujer, cuando de poesía se trata. Tienen la intuición de lo bello.
¿Cómo va don Luis? Aunque usted pueda dudarlo –por el silencio de que le hablo−, he seguido paso a paso las alternativas de su dolencia, y me alegré sobremanera cuando supe que se restablecía. Hace unos días hablábamos de él con Osvaldo Messiez, de Rosario, y lo recordábamos con verdadera emoción. Ruégole darle este mensaje a su marido: que pronto le voy a escribir una larga carta. Esta de hoy es para usted. Mañana será para él, en la extensión y los términos que Luis Gudiño Kramer, gran escritor y relevante ciudadano, merecen.
Hasta pronto, pues, con mis mejores sentimientos.
José Pedroni
(1) Clorinda P. de Gudiño Kramer: Esposa de Luis Gudiño Kramer (1898-1973). Escritor santafecino. Autor de Aquerenciada soledad, Tierra ajena, Señales en el viento, etc. (N del E)
(2) Osvaldo Messiez: Escritor y poeta santafecino contemporáneo de José Pedroni. (N del E)