Máquina de coser
Ella hacía la lluvia que no existe,
para tu sueño, hermana, y para el mío.
Era muy bella, pero bella y triste.
Su pelo era de sauce sobre el río.
Tenía un costurero de amapola;
de pechirrojo un corazón colgado.
Era muy bella, pero bella y triste.
Su pelo era de sauce despeinado.
¿Cuándo dormía aquella dolorosa,
siempre doblada sobre quien dormía,
siempre callada y para siempre hermosa?
Se deshojaba un día y otro día.
Sus hojas por el suelo eran de rosa.
Pero ella era la rosa que volvía.
Tenía un costurero de arvejilla;
de pechirrojo su corazón clavado,
y siempre en una aguja con colilla
el hemisferio del dedal dorado.
En una caja de cartón que olía
al ramito de brezos de la tapa, (*)
todos los hilos de esperar tenía,
del blanco puro al negro de solapa.
Y degollada en rojo de grosella
tenía una paloma en un pañuelo
que siempre estaba donde estaba ella.
Porque para llorar era su pelo.
Lluvia con sol y lluvia con estrella.
Siempre su dulce lluvia en nuestro cielo.
(*) Brezo: es una mata o arbusto que rara vez alcanza el metro de altura, muy ramosa, abunda en las regiones de montaña de toda Europa. Su flor que se da en racimos de campánulas de color rosado- morado, era utilizada desecada para adornar ajuares y costureros por su sencilla belleza. (N del E)